miércoles, 10 de abril de 2013

Motivación: Cuento de los tres hermanos.

LOS TRES HERMANOS.

Había una vez tres hermanos que se dedicaban a vagabundear de una ciudad a otra, vivían de lo que la gente les daba y dormían donde la noche los encontraba. Hacía mucho tiempo que llevaban esta vida insegura y errante, y ya estaban cansados de ella.


Una noche, cuando cenaban alrededor de una hoguera en las afueras de un pueblo, se les acercó un anciano y les pidió permiso para sentarse con ellos y compartir su cena. Accedieron de buen grado, y el hombre les preguntó quiénes eran y a qué se dedicaban. Cuando supo que eran mendigos y que estaban cansados de esa vida, les dijo:

- Precisamente, yo estaba buscando a alguien como ustedes. Tengo un campo aquí cerca. Lo heredé de mi padre, que antes de morir me dijo que guardaba un tesoro. En mi juventud me dediqué a viajar y a divertirme y ahora, aunque quisiera, no podría dedicarme a buscar el tesoro porque soy demasiado viejo y no tengo la fuerza suficiente para cavar el campo. No tengo hijos ni parientes cercanos. Pronto moriré y el tesoro quedará escondido para siempre. Si quieren, ustedes que son jóvenes pueden aprovechar esta oportunidad. Les regalo el campo, con la condición de que empiecen a buscar el tesoro inmediatamente y me den una parte.




Los tres hermanos, locos de alegría, aceptaron sin dudar el regalo del viejo y le prometieron cavar sin descanso. A la mañana siguiente, el anciano los llevó hasta el campo y, deseándoles suerte, se marchó. Era un campo bastante grande. La tierra estaba dura y con todo el aspecto de no haber sido tocada jamás. Las malas hierbas y los cardos cubrían todo. No era una tarea fácil.

Aunque no habían trabajado nunca, los hermanos empezaron a cavar con entusiasmo. Antes de eso, tuvieron que quemar la maleza y arrancar las raíces. Esta tarea les llevó un mes.

Al cabo de otro mes, apenas habían excavado la décima parte del campo. El entusiasmo del hermano mayor comenzó a decaer a medida que pasaba el tiempo. Tenía calambres en las manos y los pies destrozados, y el tesoro ya le estaba pareciendo un sueño inalcanzable. Un día, tiró la pala y les dijo a los otros dos:

- ¡Me voy! No hay tesoro en el mundo que me haga levantar a la madrugada para dedicarme a un trabajo tan duro por una recompensa incierta. Si alguna vez encontráis un tesoro, cosa que dudo, renuncio a él. ¡Adiós! 

Y se fue, mientras los otros seguían cavando. Pasaron el verano y el otoño. El campo estaba cavado en sus dos terceras partes y el tesoro todavía no había aparecido. Entonces, el segundo hermano le dijo al más joven:

- Creo que el viejo nos ha engañado. Ya cavamos casi todo el campo y el tesoro no aparece. Ahora llega el invierno. Hará mucho frío y nevará. Voy a irme a un país cálido y a olvidarme de todo este asunto. ¿Vendrás conmigo?

- No, hermano —contestó el menor—. De todas maneras, el campo está casi totalmente excavado. Además, confío en las palabras del viejo. Me quedo.


Así, el hermano menor se quedó solo en el campo y siguió cavando de la mañana a la noche. Y vino el invierno con sus nieves y luego la primavera, cargada de lluvias. Durante todo ese tiempo, el joven no había dejado de trabajar. Su cuerpo se había fortalecido con el ejercicio y la vida al aire libre.


Cuando el campo estuvo terminado, ya era el mes de noviembre y el joven había olvidado el motivo de su trabajo. Pero el viento de septiembre había depositado en el campo miles de semillas que, con las lluvias de octubre, germinaron en aquella tierra rica y labrada durante todo el año.

A su debido tiempo, le proporcionó al joven una abundante cosecha y abundantes beneficios.

El hermano menor había encontrado por fin el tesoro que el campo guardaba. Un tesoro inagotable que, debidamente cuidado, le duró toda su vida.

Fuente: Cuentos de motivación.

miércoles, 3 de abril de 2013

La motivación en las películas.



Lo pronuncia... Viggo Mortensen
Nos motiva porque... Cuando todo parece perdido, cuando tu existencia (y la de toda la Tierra Media) depende de un hobbit con serios problemas emocionales y, sobre todo, cuando la superioridad de tu enemigo es de unos 100.000 a uno, sólo hay dos cosas que pueden ayudarte a mantener la moral. La primera es tener a Aragorn, en la cúspide de su carisma, encabezando tus filas. La segunda, un discurso como este.
La cita: "Pudiera llegar el día en el que el valor de los hombres decayera, en el que olvidásemos a nuestros compañeros y se rompiesen los lazos de nuestra comunidad, ¡pero hoy no es ese día! En que una hora de lobos y escudos rotos rubricara la consumación de la Edad de los Hombres, ¡pero hoy no es ese día ¡En este día, 







Lo pronuncia... Stanley Anderson
La cita: "A pesar de todo el caos de nuestra historia, a pesar de los fracasos y las discordias, a pesar del dolor y el sufrimiento, a lo largo de los tiempos ha habido algo que ha alimentado nuestro espíritu y elevado a nuestra especie por encima de su origen: el coraje del hombre. Esta noche, la suerte de todo el planeta depende estos 14 valerosos hombres que viajarán a los cielos".





Lo pronuncia... Mel Gibson
Nos motiva porque... Seguramente, este es el parlamento más conmovedor jamás pronunciado frente a una cámara. Aunque el rigor histórico de la película sea tirando a nulo, y por mucho que el discurso de Enrique V nos convirtiese en ingleses de corazón, aquí nos convertimos en escoceses para luchar junto a William Wallace.
La cita: "¡Habéis venido a luchar como hombres libres! ¡Y hombres libres sois! ¿Qué haríais sin libertad? (...) Luchad, y puede que muráis. Huíd, y viviréis. Un tiempo, al menos. Y, al morir en vuestro lecho, dentro de muchos años, ¿no estaríais dispuestos a cambiar todos los días desde hoy hasta entonces, por una oportunidad, sólo una oportunidad de volver aquí y matar a vuestros enemigos? Puede que nos quiten la vida, ¡pero jamás nos quitarán la libertad!".




Lo pronuncia... David Wertham
Nos motiva porque... Al final, resulta que los espartanos de las Termópilas no eran lo bastante numerosos como para que los persas no les masacrasen. Pero la memoria queda, las lenguas vuelan y por mucho que Gerard Butler Michael Fassbender ya no estén con nosotros, su ejemplo inspira y convence: si quieres saber lo que viene después, lee algo acerca de la Batalla de Platea.
La cita: "El enemigo únicamente nos triplica el número: ¡alentador para cualquier griego! En este día, nos despedimos del misticismo y de la tiranía, y le damos la bienvenida al futuro más esperanzador que hayamos imaginado".

Fuente.



Finalmente os presento una recopilación de frases motivadoras de diferentes películas: